En esta entrada no hay dibujos, pero está relacionada con la televisión y los medios de comunicación.
Supongo que la mayoría conoce la propuesta del gobierno sobre la reforma de las pensiones, destinada, dicen, a garantizar la sostenibilidad del sistema rebajando el gasto (el alarmismo viste muy bien). Uno de las medidas más nombradas en los medios es el retraso de la edad de jubilación de
65 a 67 años, aumentando de forma paulatina para los nacidos a partir de 1949, siendo los nacidos en 1959 los primeros en jubilarse a los 67 años. El gobierno hace caso así al Banco de España, que se han felicitado por ello (menuda fiesta habrá montado Miguel Ángel Fernández Ordóñez, director del mismo).
Si todavía alguien sigue leyendo, se preguntará qué tiene que ver con la tele y por qué escribo esto en un blog que sirve (se supone) de plataforma para un cómic. Bien, dibujo una historia que antes y ahora tiene que ver con la televisión, la prensa y los medios de comunicación en general, cuyo enfoque tibio y superficial (para variar) de esta noticia me llamó la atención y terminó de convencerme para escribir esta entrada.
En general los medios se han limitado a la enumeración de medidas, con los números y argumentos con los que el gobierno los acompaña, y su explicación vaga centrada en la identificación de los afectados por el retraso (en informativos de distintos canales de televisión mediante tiernos reportajes personificando en trabajadores de distintos ámbitos) como respuestas a las preguntas que según estos medios todos los españoles nos hacemos. El análisis, si se puede llamar así, se relega a cuestiones de forma y tiempo (elecciones vista) o políticas (si es que las anteriores no lo son), debido a las contradicciones dentro del gobierno entre los ministerios de trabajo y economía. En algunos casos se ha expuesto la reacción de los partidos, de los sindicatos, CEOE y otros organismos, pero que no van mucho más allá de un simplista "me parece mal, es injusta /me parece bien, equilibrará el sistema", sin que conozcamos los motivos de las distitntas posiciones, por lo que se convierten en argumentos de autoridad que exigen la fe del correligionario. Por último, una panorámica, completa y nada interesada, de la situación del sistema de pensiones en otros países de esta Unión Europea de la que somos orgullosos presidentes. De turno. Sí, es ironía.
Creo que la mayoría de nosotros tenemos un conocimiento muy somero del sistema de pensiones actual. Y nos hace falta. Sin él nos encontramos desarmados ante los argumentos que se emplean y temerosos ante el alarmismo apocalíptico con el que nos pretenden asustar. Me parece imposible entender ni criticar estas medidas, sus consecuencias, sus objetivos y sus argumentos sin conocer bien el sistema de pensiones de este país, aspecto en el que los medios de comunicación parecen no tener ni interés ni intención en iluminarnos. Resulta cuando menos curioso (y triste, al menos para mí) que después de esta semana todos sabemos lo que son, o al menos nos suenan, nos interese o no, el Comité de Competición de
la Federación Española de Fútbol, el Comité de Apelación, defecto de forma en un acta, el CEDD (Comité Español de Disciplina Deportiva) o suspensión cautelar, y sin embargo desconocemos los términos Bismarckiano y Beveridgeano, modelos básicos de los sistemas de pensiones (por cierto, el español es un sistema alemán o Bismarckiano, que lo sepáis) o los mecanismos de cálculo de las pensiones. El argumento del interés del público para justificarlo es insostenible.
Los ingresos de los medios de comunicación privados (y hasta hace poco parte de los de la televisión pública, pero antes y ahora es un caso distinto) se deben a la publicidad, que se basa en la audiencia. Más audiencia, más ingresos. Una obviedad que se nos olvida frente a los informativos o leyendo la prensa. Hace muchos años que se encontró la fórmula para hacer rentables los informativos en televisión (informativos TPP, Todo Por
la Pasta) y algunos se han lanzado a ello sin el menor escrúpulo y de forma impúdica (va por usted, señor Piqueras). No me atrevo a ordenar sus prioridades, pero dudo que informar y ser riguroso estén por encima de conseguir una audiencia que les da de comer. Pero en este caso el argumento de que una pieza que explique el sistema de pensiones no tendría audiencia por su nulo interés es absurdo. Si estoy equivocado, que no creo, las pensiones no interesan y todos los partidos políticos se equivocan en basar gran parte de sus campañas en este asunto. En definitiva, como profesionales que realizan un trabajo periodístico (qué romántico suena) son incapaces de informar más allá de lo obvio y superficial o simplemente son parciales, y como buscadores de audiencia desaprovechan el interés del tema. En cualquier caso, se les puede llamar incompetentes.
Ante la incapacidad del cuarto poder (ejem) de proporcionar información fiable, real y objetiva, sólo nos tenemos a nosotros mismos para conseguirla. Creo que la información imparcial y objetiva es y debe ser una de las bases fundamentales de cualquier medio y herramienta de crítica y de cuestionamiento, de resistencia ante mesianismos políticos, demagogias y alarmismos; medios y herramientas que ocasionarían una mejora en las perspectivas, que por pequeña que sea, merece la pena. Quizá sea el momento de prescindir de unos intermediarios tan dudosos como inútiles, momento de responsabilizarnos de nosotros mismos, por una vez y de una vez.
Así, buscando sobre las pensiones he encontrado que "
España es uno de los países de la UE que gasta menos fondos públicos en su Estado del bienestar", que "un trabajador no cualificado (en paro frecuente durante más de cinco años) tiene, a los sesenta años, el nivel de salud que un banquero tiene a los setenta años. Este último sobrevivirá al primero diez años. Es profundamente injusto pedirle al primero que continúe trabajando dos (y algunos piden cinco) años más para pagar las pensiones del segundo que le sobrevivirá diez años [...]. Cualquier demógrafo que tenga un mínimo de rigor sabe las enormes dificultades en calcular cambios demográficos por periodos tan largos como cincuenta años. Y un buen ejemplo de ello es que los bancos y las cajas publican cada diez años informes anunciando el colapso de las pensiones en diez años.
La Caixa (en 1998), el BBVA (en 2005 y en 2007), El Banco Santander (en 1992 y en 1999), el Banco de España (en 1995, en 1999, en 2002 y en 2009) y una larga lista, han predicho el colapso (utilizando un término menos contundente) de las pensiones para diez o al máximo veinte años más tarde" (Vicenç Navarro, catedrático de Políticas Públicas de
la Universidad Pompeu Fabra y director del Observatorio Social de España,
Artículo publicado en la revista el VIEJO TOPO, Julio-Agosto 2009). Ambos artículos encontrados a través de
http://www.escolar.net. También localicé el capítulo sobre las pensiones escrito por Camila Arza en el libro
La Situación Social en España. Vol. III:
http://www.camilaarza.com.ar/Downloads/ARZA-FORTH-EL%20SISTEMA%20ESPANIOL%20DE%20PENSIONES.pdf. Es un texto denso pero explica el desarrollo del sistema de pensiones hasta la actualidad. Leedlo con calma. Por ejemplo, en la página 22 muestra como "los ingresos de los dos años inmediatamente anteriores a la jubilación no son sujetos a ningún tipo de actualización, mientras que los años previos se actualizan únicamente hasta alcanzar valores correspondientes al último mes del tercer año anterior a la jubilación. El mecanismo de cálculo supone así una pérdida del poder adquisitivo inicial de las pensiones asociado a los niveles de inflación vigentes durante los dos últimos años previos a la jubilación" y que "las bases de cotización incluyen sólo los 12 meses de salario de los últimos 15 años (excluyendo las pagas extra), pero del valor total se extraen 14 mensualidades para generar 14 pagas de jubilación".
Mucho texto, lo sé, pero espero que sea interesante y, aún de forma mínima, útil. No es un panfleto ni un manifiesto, ni pretende convenceros de otra cosa que no sea la búsqueda de información objetiva (sin filtro ni tamiz ideológico, venga de donde venga) como abono para el cultivo de vuestro propio pensamiento crítico, ejercitando un poco la responsabilidad, que se atrofia de no usarla. Tampoco tengo lazo político alguno ni ganas de tenerlo. Lo que he escrito es lo que tenía en la cabeza y lo que quería escribir. Sólo un ejercicio de conciencia.
Internet puede ser muy útil, pero pensar que carece de los mismos defectos que nuestra sociedad es de una inocencia infantil. Hay gran cantidad información, pero de calidad tan cuestionable como en cualquier otra fuente. Existe tanta mentira, parcialidad, desinformación y falsedad aquí como en cualquier otro ámbito de nuestra sociedad. Hay que usarlo sin prejuicios de tipo alguno pero con precaución. Ojalá no lo convirtamos también en
nada más que cables y luces en una caja.
¡¡Saludos!!
están las opciones de configuración de la ventana y del visor. Configurad a gusto.
) y cambiar de tamaño.
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